
Creo que
debemos procurar que las alcaldías constituyan un poder real, que sean verdadero
fiscalizadores de la ciudad, con una policía equipada, responsable del
transporte como dice la ley, donde el permiso que otorga el ayuntamiento que es
el gobierno de una ciudad, no este por debajo que el que otorga Interior y Policía,
como si esa institución le asiste el derecho de cerrar calles o dar otros
permiso de obstrucción de aceras, cosas legalmente atribuida a las alcaldías.
Que el problema de los desechos sólidos, no resulten ser un dolor de cabeza tan
grande, tanto político como económico.
Los ayuntamientos deben poseer independencia económica
y política real, donde existan Concejos de Regidores realmente que funcionen y
no sean sellos gomigrafos de los alcaldes de turno. Que un regidor sepa que fue
electo por una comunidad y por lo tanto esta llamado a representar los
intereses de quienes lo han elegido.
Necesitamos
que quienes gobiernen entiendan la importancia de los ayuntamientos, pues estos
gobiernos locales están más cerca de los ciudadanos que cualquier otro. Es
importante que la ciudadanía se empodere del desarrollo de las alcaldías desde
ahora, que participe en las decisiones de su localidad, pero una participación real.
Los
ayuntamientos son estamentos importantes en los países desarrollados, por eso
la visión de proyecto municipal que propugna el PQDC, es que estos funcionen al
servicio de sus distintas localidades, que dejen de ser la garata con puño de
quienes llegan y se conviertan en verdaderos gobiernos locales que puedan
solucionar los problemas de sus comunidades.
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