La lealtad es una palabra de mucho peso, no todo el mundo puede ser leal, pues todo dependerá de la situación que afecte su lealtad, Judas en un momento de su vida no fue leal con Dios, a pesar de haber sido un discípulo de extrema confianza del Señor, pues este era el tesorero del grupo, ósea Judas sabia de la confianza del Señor hacia a el, sin embargo le fallo.
El Apóstol Pedro era un hombre celoso con el Señor, capaz hasta el grado de mocharle una oreja, como lo hizo, con uno de los que fue arrestar a Jesús, sin embargo este hombre negó conocer al Señor en un momento de dificultad, lo negó en tres ocasiones.
La lealtad se adquiere de distintas formas, unos que nacen con esta gran virtud, otros que sus padres se la han inculcado desde pequeño, otros que algún acontecimiento de la vida, les hace leal a una persona y otros que son leales a ti, hasta que pueda servirle de utilidad económica o de poder.
En lo particular creo en las dos primeras, la lealtad con la que se nace y la inculcado por nuestros progenitores, estas dos, en el ser humano es difícil que la viole, tiene una simiente como lo tiene el que construyó su casa en la piedra, vinieron los vientos y soplaron, pero se mantuvo en pie y no se derrumbo.
Los últimas dos en política no resultan tan creíbles, pues hoy una persona te genera lealtad por distintas razones, sea por que le pudiste resolver una situación de salud, económica o cualquier otra, eso no te garantiza realmente que esa persona se mantenga leal a ti, por eso creo que cuando la biblia dice en el libro de Mate 6:3 “Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha” se refiere no solamente que cuando ayudemos a alguien, lo hagamos de corazón sin esperar nada a cambio, pues como cristiano debe ser parte de nuestra forma de vida, sino también porque el altísimo y soberano Dios, conocedor de los tiempos y mentalidades humanas, sabe que como seres humanos, no todos pueden ser como el número uno de los diez leprosos, que fueron sanados todos y solo uno se devolvió para dar gracias.
La última de las formas en que viene la lealtad a una persona, es la más deshonesta, la más ruin y perversa, pues solamente generará lealtad al líder, mientras el te pueda garantizar, un puesto en el gobierno, una posición electiva o simplemente un tipo de ayuda, que en el momento que puedan peligrar, hasta ahí, llego la lealtad con el líder.
Para mi la lealtad no es una palabra, es un modo de vida de la persona, por más de 15 años he permanecido firme al Señor, teniendo dificultades de todo tipo, sin embargo han sido más sus bendiciones y más su fidelidad hacia mi.
Hacen más de 30 años, Dios colocó en el medio de mi camino, a Elías Wessin Chávez un hombre honesto, serio, humano, decente, del que no soy amigo, del que no soy su simpatizante o miembro del PQDC, sino más que eso un hermano. En este hombre he podido conocer grandes virtudes, pocas vistas en los líderes de hoy.
Este hombre es después de Jesús, la persona más leal que conozco y al que otros le han fallado como es natural en la política.
Pero en lo que concierne al autor de este artículo y también cientos de miles seguiremos firmes, leales pues, la lealtad no es una palabra es un estilo de vida.

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