lunes, 20 de noviembre de 2017

¡ EN EL CARD, ES TIEMPO DE DAVID BRENS !

Desde la creación del Colegio de Abogados de la República Dominicana, en el año mil novecientos ochenta y tres mediante la ley No. 91-83, los abogados hemos albergado la esperanza de que este gremio realmente sea una institución de defensa a los letrados en las ciencias jurídicas. Lamentablemente esta aspiración no ha logrado lo deseado, salvo honrosas excepciones en el pasado.

Hoy tenemos un colegio que no cumple su función para lo cual fue concebido, una directiva que pretende perpetuarse por otro periodo, sin exhibir ningún tipo de resultados que pudieran considerarse positivos en favor de los abogados.

La realidad de los profesionales del derecho, es que no cuentan con un seguro medico que les brinde cobertura de salud ni a ellos y mucho menos a sus familiares. La actual directiva no se ha empeñado en tratar de que los abogados puedan fortalecer sus conocimientos en las distintas áreas del derecho, por medio del otorgamiento de becas en universidades nacionales e internacionales. Que decir de la dejadez de la actual directiva del CARD, en nada se han preocupado por realzar la imagen del profesional de la toga y el birrete. 

Los abogados no contamos con una verdadera Cooperativa de Servicios Múltiples, que les permita financiamientos blandos para la obtención de viviendas, vehículo, muebles para el equipamiento de sus oficinas. Es que ni siquiera existe una instalación recreativa para los abogados ni sus familiares, en el que puedan descansar un fin de semana o celebrar las fiestas de cumpleaños de ellos o sus familiares, solo por mencionar algunas conquistas ausentes en la actual directiva, que pretende continuar otro periodo, llevando desgracia a la clase profesional del derecho.

El Colegio de Abogados de la República Dominicana, necesita sangre nueva, un relevo joven y sin mentalidad cavernaria, que borre la dictadura y el culto al personalismo de sus directivos, permitiendo el paso de un nuevo periodo realmente democrático, que respete  las distintas corrientes de pensamientos a lo interno del mismo.

Un presidente que  no use al abogado como instrumento musical, que  puede ser tocado en un momento y sacarle la mejor melodía, para después ser desechado. Un hombre que realmente dignifique el ejercicio del derecho, asequible, transparente, sin pasado y comprometido con lo mejor en favor de los gloriosos hombres que por medio del litigio defienden los derechos de los ciudadanos.

Es tiempo de entonar con la realidad presente, el pasado esta pisado, el Colegio de Abogados de la República Dominicana, demanda la salida de los actuales directivos, su carnaval paso, es tiempo de lo nuevo, es tiempo de David Brens.

Autor: Pedro Cosma

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